Serie Br

La serie Br siempre parte de una forma original, en éste caso el cuadrado, para descomponerlo armónicamente. Se inicia con las dos dimensiones, en un relieve imaginario que se transforma en escultura tridimensional.

El artista obtiene una forma compleja y ambigua, jugando con el contraste que ofrece el color y las fisuras junto a los cambios de plano muestran formas rectas y ángulos oblicuos, recordando en ocasiones a alguna tipografía. 

La escultura transmite una sensación de fuerza y resistencia, al evocar el metal y la oxidación, sugiriendo además una reflexión sobre la relación entre el arte y la geometría, y sobre las posibilidades que ofrece el medio escultórico para crear nuevas formas de expresión artística.

La línea, en todo caso, es el elemento configurador y estructural, pero también expresivo al pronunciarse con los surcos o hendiduras en sombras siempre matizadas.

Se utilizan diversos materiales, como el zinc, acero o bronce, donde se investigan los óxidos, pero también la policromía donde las armonía quedan reforzadas con las propias del color.

La grieta como elemento expresivo está presente en las esculturas, proporcionando sombras vivas  en su talla compleja. Aquí el material empleado es el zinc que en su oxidación nos ofrece una gama de grises llegando hasta el blanco.

En el caso de la policromía sobre madera tallada se buscan series cromáticas armónicas